martes, 31 de mayo de 2011

Ódiame, vamos.

 



Hazlo tan fuerte que te duela. Conviérteme en alguien tan importante para ti que no puedas vivir sin pensar un instante en cómo joderme.
Corre, taládrame con la mirada cuando pase con la cabeza bien alta por delante de ti.
Habla, que tus palabras son melodía para mi ego.
Me alimento de cada rumor que sueltas, para volver transformada en dulce pesadilla y devolverte cada hostia con amplias sonrisas.
Calmada y sin prisa, que sé que eso te corroe!




No hay comentarios:

Publicar un comentario